Friday, November 5, 2010

Te quiero, Salvador Pliego


Hoy, bueno, tal vez el viento,
tal vez la nada adornada de un “te quiero”,
quizá fue el despertar cargado de ti en mi perchero,
los remolinos que encontré en mi cabello,
una taza de azúcar con sabor a cielo,
como sea y siempre las miles de veces
que te he dicho que te quiero
y el esperar sentado mirando rascacielos.
Pero hoy, bueno, tal vez el viento,
¿alguna vez te dije lo indispensable que te has vuelto?,
¿que me cala, como a nadie, ese silencio al despertarme
si tu nombre no amanece en mi bolsillo y se aparece?,
¿que me encienden las cobijas por sólo no atraparte?
Y bueno, hoy, tal vez el viento.
Esa necesidad de agua y no de un vaso, ni de lluvia,
sino de un labio que se arrima.
Esa terquedad de aire que exhala y es a ti a quien respira.
Ese bombear de sangre de tu pecho que me anima.
Esa testarudez de mi alma que te envidia.
Pero, bueno,
¿te dije hoy lo indispensable que te has vuelto?
Tal vez el viento… Y un mucho de un te quiero.

1 comment:

  1. esa necesidad de mi alma en tus pupilas,
    no se , tal vez el tiempo, o la distancia,
    pero aun no haz dicho hoy lo indispensable que te haz hecho....
    mas en la pagina en este blog, Asi lo digo yo...

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