Saturday, October 30, 2010

mujeres en Jose Marti

MUJER,
Maravilla de la naturaleza,
necesidad del hombre
"...¿De mujer? Pues puede ser que mueras de su mordida,
pero no empañes tu vida diciendo mal de mujer"
Jose Marti


José Martí fue un eterno admirador de la mujer. La mencionaba a cada paso en sus tantos artículos, cartas, poemas: "Las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ella no se alista el corazón de la mujer; pero cuando se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible", "La mujer, de instinto, divisa la verdad, y la precede"; "Toda la patria está en la mujer: si ella falla morimos: si ella nos es leal, somos”; “Esta mujer cubana, tan bella, tan heroica, tan abnegada, flor para amar, estrella para mirar, coraza para resistir".


XXXVII
Aquí está el pecho, mujer,
Que ya sé que lo herirás;
¡Más grande debiera ser,
Para que lo hirieses más!

Porque noto, alma torcida,
Que en mi pecho milagroso,
Mientras más honda la herida,
Es mi canto más hermoso.

XXXVIII
¿Del tirano? Del tirano
di todo, ¡di más!; y clava
con furia de mano esclava
sobre su oprobio al tirano.

¿Del error? Pues del error
Di el antro, di las veredas
Oscuras: di cuanto puedas
Del tirano y del error.

¿De mujer? Pues puede ser
Que mueras de su mordida;
¡Pero no empañes tu vida
Diciendo mal de mujer!

Friday, October 29, 2010

Deseo, Xavier Villaurutia


Deseo

Amarte con un fuego duro y frío.
Amarte sin palabras, sin pausas ni silencios.

Amarte sólo cada vez que quieras,
y sólo con la muda presencia de mis actos.

Amarte a flor de boca y mientras la mentira
no se distinga en ti de la ternura.

Amarte cuando finges toda la indiferencia
que tu abandono niega, que funde tu calor.

Amarte cada vez que tu piel y tu boca
busquen mi piel dormida y mi boca despierta.

Amarte por la soledad, si en ella me dejas.
Amarte por la ira en que mi razón enciendes.

Y, más que por el goce y el delirio,
amarte por la angustia y por la duda.

Thursday, October 28, 2010

Seis meses ya de muerta..., AMADO NERVO

¡Seis meses ya de muerta! Y en vano he pretendido
un beso, una palabra, un hálito, un sonido...
y, a pesar de mi fe, cada día evidencio
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...

Si yo me hubiese muerto, ¡qué mar, qué cataclismos,
qué vértices, qué nieblas, qué cimas ni qué abismos
burlaran mi deseo febril y omnipotente
de venir por las noches a besarte en la frente,
de bajar con la luz de un astro zahorí,
a decirte al oído: No te olvides de mí.

Y tú, que me querías tal vez más que te amé,
callas inexorable, de suerte que no sé
sino dudar de todo, el alma, del destino,
¡y ponerme a llorar en medio del camino!
Pues con desolación infinita evidencio
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...

Wednesday, October 27, 2010

ODA A LA BELLA DESNUDA, Pablo Neruda

Con casto corazón, con ojos puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para que te acuestes a mi oda
como en tierra de bosques o de espuma,
en aroma terrestre
o en música marina.

Bella desnuda,
igual tus pies arqueados
por un antiguo golpe
de viento o del sonido
que tus orejas,
caracolas mínimas
del espléndido mar americano.
Iguales son tus pechos
de paralela plenitud, colmados
por la luz de la vida.
Iguales son
volando
tus párpados de trigo
que descubren
o cierran
dos paises profundos en tus ojos.

La línea que tu espalda
ha dividido
en pálidas regiones
se pierde y surge
en dos tersas mitades
de manzana,
y sigue separando tu hermosura
en dos columnas
de oro quemado, de alabastro fino,
a perderse en tus pies como en dos uvas,
desde donde otra vez arde y se eleva
el árbol doble de tu simetría,
fuego florido, candelabro abierto,
turgente fruta erguida
sobre el pacto del mar y de la tierra.

Tu cuerpo, en qué materia,
ágata, cuarzo, trigo,
se plasmó, fue subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura
y señaló colinas
plateadas,
valles de un solo pétalo, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?

No sólo es luz que cae
sobre el mundo
lo que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada,
sino que se desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.

Debajo de tu piel vive la luna.

Tuesday, October 26, 2010

NOCTURNO DE LOS ÁNGELES, Xavier Villaurrutia


Se diría que las calles fluyen dulcemente en la noche.
Las luces no son tan vivas que logren desvelar el secreto,
el secreto que los hombres que van y vienen conocen,
porque todos están en el secreto
y nada se ganaría con partirlo en mil pedazos
si, por el contrario, es tan dulce guardarlo
y compartirlo sólo con la persona elegida.

Si cada uno dijera en un momento dado,
en sólo una palabra, lo que piensa,
las cinco letras del DESEO formarían una enorme cicatriz luminosa,
una constelación más antigua, más viva aún que las otras.
Y esa constelación sería como un ardiente sexo
en el profundo cuerpo de la noche,
o, mejor, como los Gemelos que por vez primera en la vida
se miraran de frente, a los ojos, y se abrazaran ya para siempre.

De pronto el río de la calle se puebla de sedientos seres,
caminan, se detienen, prosiguen.
Cambian miradas, atreven sonrisas,
forman imprevistas parejas...

Hay recodos y bancos de sombra,
orillas de indefinibles formas profundas
y súbitos huecos de luz que ciega
y puertas que ceden a la presión más leve.

El río de la calle queda desierto un instante.
Luego parece remontar de sí mismo
deseoso de volver a empezar.
Queda un momento paralizado, mudo, anhelante
como el corazón entre dos espasmos.

Pero una nueva pulsación, un nuevo latido
arroja al río de la calle nuevos sedientos seres.
Se cruzan, se entrecruzan y suben.
Vuelan a ras de tierra.
Nadan de pie, tan milagrosamente
que nadie se atrevería a decir que no caminan.

¡Son los ángeles!
Han bajado a la tierra
por invisibles escalas.
Vienen del mar, que es el espejo del cielo,
en barcos de humo y sombra,
a fundirse y confundirse con los mortales,
a rendir sus frentes en los muslos de las mujeres,
a dejar que otras manos palpen sus cuerpos febrilmente,
y que otros cuerpos busquen los suyos hasta encontrarlos
como se encuentran al cerrarse los labios de una misma boca,
a fatigar su boca tanto tiempo inactiva,
a poner en libertad sus lenguas de fuego,
a decir las canciones, los juramentos, las malas palabras
en que los hombres concentran el antiguo misterio
de la carne, la sangre y el deseo.
Tienen nombres supuestos, divinamente sencillos.
Se llaman Dick o John, o Marvin o Louis.
En nada sino en la belleza se distinguen de los mortales.
Caminan, se detienen, prosiguen.
Cambian miradas, atreven sonrisas.
Forman imprevistas parejas.

Sonríen maliciosamente al subir en los ascensores de los hoteles
donde aún se practica el vuelo lento y vertical.
En sus cuerpos desnudos hay huellas celestiales;
signos, estrellas y letras azules.
Se dejan caer en las camas, se hunden en las almohadas
que los hacen pensar todavía un momento en las nubes.
Pero cierran los ojos para entregarse mejor a los goces de su encarnación misteriosa,
y, cuando duermen, sueñan no con los ángeles sino con los mortales.


Xavier Villaurrutia


Monday, October 25, 2010

Décimas de nuestro amor, Xavier Villaurrutia

Décimas de nuestro amor

I
A mí mismo me prohibo
revelar nuestro secreto
decir tu nombre completo
o escribirlo cuando escribo.
Prisionero de ti, vivo
buscándote en la sombría
caverna de mi agonía.
Y cuando a solas te invoco,
en la oscura piedra toco
tu impasible compañía.

II
Si nuestro amor está hecho
de silencios prolongados
que nuestros labios cerrados
maduran dentro del pecho;
y si el corazón deshecho
sangra como la granada
en su sombra congelada,
¿por qué dolorosa y mustia,
no rompemos esta angustia
para salir de la nada?

III
Por el temor de quererme
tanto como yo te quiero,
has preferido, primero,
para salvarte, perderme.
Pero está mudo e inerme
tu corazón, de tal suerte
que si no me dejas verte
es por no ver en la mía
la imagen de tu agonía:
porque mi muerte es tu muerte.

IV
Te alejas de mí pensando
que me hiere tu presencia,
y no sabes que tu ausencia
es más dolorosa cuando
la soledad se va ahondando,
y en el silencio sombrío,
sin quererlo, a pesar mío,
oigo tu voz en el eco
y hallo tu forma en el hueco
que has dejado en el vacío.

V
¿Por qué dejas entrever
una remota esperanza,
si el deseo no te alcanza,
si nada volverá a ser?
Y si no habrá amanecer
en mi noche interminable
¿de qué sirve que yo hable
en el desierto, y que pida
para reanimar mi vida,
remedio a lo irremediable?

VI
Esta incertidumbre oscura
que sube en mi cuerpo y que
deja en mi boca no sé
que desolada amargura;
este sabor que perdura
y, como el recuerdo, insiste,
y, como tu olor, persiste
con su penetrante esencia,
es la sola y cruel presencia
tuya, desde que partiste.

VII
Apenas has vuelto, y ya
en todo mi ser avanza,
verde y turbia, la esperanza
para decirme: "¡Aquí está!"
Pero su voz se oirá
rodar sin eco en la oscura
soledad de mi clausura
y yo seguiré pensando
que no hay esperanza cuando
la esperanza es la tortura.

VIII
Ayer te soñé. Temblando
los dos en el goce impuro
y estéril de un sueño oscuro.
Y sobre tu cuerpo blando
mis labios iban dejando
huellas, señales, heridas...
Y tus palabras transidas
y las mías delirantes
de aquellos breves instantes
prolongaban nuestras vidas.

IX
Si nada espero, pues nada
tembló en ti cuando me viste
y ante mis ojos pusiste
la verdad más desolada;
si no brilló en tu mirada
Un destello de emoción,
la sola oscura razón,
la fuerza que a ti me lanza,
perdida toda esperanza,
es...¡la desesperación!

X
Mi amor por ti ¡no murió!
Sigue viviendo en la fría,
ignorada galería
que en mi corazón cavó.
Por ella desciendo y no
encontraré la salida,
pues será toda mi vida
esta angustia de buscarte
a ciegas, con la escondida
certidumbre de no hallarte.


NUESTRO AMOR, Xavier Villaurrutia

Si nuestro amor no fuera,
al tiempo que un secreto,
un tormento, una duda,
una interrogación;
si no fuera una larga
espera interminable,
un vacío en el pecho
donde el corazón llama
como un puño cerrado
a una puerta impasible;

si nuestro amor no fuera
el sueño doloroso
en que vives sin mí,
dentro de mí, una vida
que me llena de espanto;
si no fuera un desvelo,
un grito iluminado
en la noche profunda;

si nuestro amor no fuera
como un hilo tendido
en que vamos los dos
sin red sobre el vacío;
si tus palabras fueran
sólo palabras para
nombrar con ellas cosas
tuyas, no más, y mías;

si no resucitaran
si no evocaran trágicas
distancias y rencores
traspuestos, olvidados;
si tu mirada fuera
siempre la que un instante
-¡pero un instante eterno!-
es tu más honda entrega;

si tus besos no fueran
sino para mis labios
trémulos y sumisos;
si tu lenta saliva
no fundiera en mi boca
su sabor infinito;

si juntos nuestros labios
desnudos como cuerpos,
y nuestros cuerpos juntos
como labios desnudos
no formaran un cuerpo
y una respiración,
¡no fuera amor el nuestro,
no fuera nuestro amor!

Saturday, October 23, 2010

Sed de ti, Pablo Neruda


Sed de ti

Sed de ti me acosa en las noches hambrientas.
Trémula mano roja que hasta su vida se alza.
Ebria de sed, loca sed, sed de selva en sequía.
Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas......

Por eso eres la sed y lo que ha de saciarla.
Cómo poder no amarte si he de amarte por eso.
Si ésa es la amarra cómo poder cortarla, cómo.
Cómo si hasta mis huesos tienen sed de tus huesos.
Sed de ti, guirnalda atroz y dulce.
Sed de ti que en las noches me muerde como un perro.
Los ojos tienen sed, para qué están tus ojos.

La boca tiene sed, para qué están tus besos.
El alma está incendiada de estas brasas que te aman.
El cuerpo incendio vivo que ha de quemar tu cuerpo.
De sed. Sed infinita. Sed que busca tu sed.
Y en ella se aniquila como el agua en el fuego.

Friday, October 22, 2010

Poema 16, Pablo Neruda


En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es más dulce en tus labios:
oh segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mía mis sueños solitarios!

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.

En la red de mi música estás presa, amor mío,
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.

Thursday, October 21, 2010

EN PAZ, Amado Nervo


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas. ¯..
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
más no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, estamos en paz!

Wednesday, October 20, 2010

Tú has caído. Yo he caído..., Jose Marti



....si es para la mujer tan incitante el enamorado convite de los hombres;
....si son tan elocuentes los hombres para seducir, y las mujeres tan nobles para creer,
-¿qué le pides a la debilidad de la mujer
contra la avaricia elocuente y maldita del que le robó la paz?
-Resisten a la seducción las almas fuertes;
edúcanse las almas con los repetidos sucesos en la fortaleza.

Si nada había despertado aquella alma, si era virgen de dolores, si nunca luchó, ¿cómo has de pedirle tú fortaleza para luchar y resistir?-¡Impía crueldad!
-Tú has caído. Yo he caído.
Todo hombre en la Tierra ha caído una vez.
No hay espíritu puro,
no hay en este mundo todavía criatura inerrable.
-Y si todos los hombres caen y se levantan
¿por qué esa ira odiosa del fuerte?
¿por qué no ha de levantarse la mujer que una vez cayó?
-Si por maldad cayó del hombre, del hombre es el baldón y el vilipendio.
Si por debilidad cayó, ¡culpa es del ser más alto que la dio flaca y manejable naturaleza!-
Cae el hombre, que es fuerte, y se redime
-Cae la mujer, que es débil, y el caído la insulta y la envilece:
-¡redímase también!-
... ¡Ah! a volverse las manchas de las mujeres sobre los hombres que las manchan, no habría frente de hombre que no estuviese turbada por la culpa...

(fragmento de Adultera, Jose Marti)

Tuesday, October 19, 2010

Sencillos deseos, Gioconda Belli


Hoy quisiera tus dedos
escribiéndome historias en el pelo,
y quisiera besos en la espalda,
acurrucos, que me dijeras
las más grandes verdades
o las más grandes mentiras,
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer más linda,
que me querés mucho,
cosas así, tan sencillas, tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera
dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero, como una gran ola de ternura
deshaciéndome un ruido de caracol,
un cardumen de peces en la boca,
algo de eso frágil y desnudo,
como una flor a punto de entregarse
a la primera luz de la mañana,
o simplemente una semilla, un árbol,
un poco de hierba

Monday, October 18, 2010

Si alguna vez tu alma cae..., Jose Marti


Pues, dime,-hombre débil y falible:
si alguna vez tu alma cae,
¿cómo has de querer tú que nadie ampare tu alma?
Si alguna vez la tentación te abrasa,
y dóblase a la tentación tu condición humana miserable
-¿qué es perdón? ¿qué es levantar? ¿qué es salvarte?-
Eternamente recorrería tu maldecido espíritu
los implacables espacios:
-eternamente vagarías condenado sin luz.-
(fragmento de Adultera, Jose Marti)

Sunday, October 17, 2010

En la doliente soledad del domingo..., Gioconda Belli


Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.

Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.

Saturday, October 16, 2010

Esta nostalgia, Gioconda Belli


Este sueño que vivo,
esta nostalgia con nombre y apellido,
este huracán encerrado tambaleando mis huesos,
lamentando su paso por mi sangre...
No puedo abandonar el tiempo y sus rincones,
el valle de mis días
está lleno de sombras innombrables,
voy a la soledad como alma en pena,
desacatada de todas las razones,
heroína de batallas perdidas,
de cántaros sin agua.
Me hundo en el cuerpo,
me desangro en las venas,
me bato contra el viento,
contra la piel que untada está a la mía.
Qué haré con mi castillo de fantasmas,
las estrellas fugaces que me cercan
mientras el sol deslumbra
y no puedo mirar más que su disco
-redondo y amarillo-
la estela de su oro lamiéndome las manos,
surcándome las noches,
desviviéndome,
haciéndome desastres...
Me entregaré a los huracanes
para pasar de lejos por esa luz ardiendo.
Estoy muriéndome de frío.

Friday, October 15, 2010

Poema 14, Pablo Neruda


Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.

A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte como eras entonces cuando aún no existías.

De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.

Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo sólo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.

Tú estás aquí. Ah tú no huyes
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.

Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.

Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.

Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

Wednesday, October 13, 2010

Poema 4. Pablo Neruda


Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.
Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.

Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.
Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.

Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.
Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinado.
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano.

Tuesday, October 12, 2010

Definición, Gioconda Belli


Podríamos tener una discusión sobre el amor.
Yo te diría que amo la curiosa manera
en que tu cuerpo y mi cuerpo se conocen,
exploradores que renuevan
el más antiguo acto del conocimiento.

Diría que amo tu piel y que mi piel te ama,
que amo la escondida torre
que de repente se alza desafiante
y tiembla dentro de mí
buscando la mujer que anida
en lo más profundo de mi interior de hembra.

Diría también que amo tus ojos
que son limpios y que también me penetran
con vaho de ternura o de preguntas.

Diría que amo tu voz
sobre todo cuando decís poemas,
pero también cuando sonás serio,
tan preocupado por entender
este mundo tan ancho y tan ajeno.

Diría que amo encontrarte
y sentir dentro de mí
una mariposa presa
aleteándome en el estómago
y muchas ganas de reírme
de la pura alegría de que existía y estás,
de saber que te gustan las nubes
y el aire frío de los bosques de Matagalpa.
Podríamos discutir si es serio
esto que te digo.
Si es una quemadura leve, de segundo,
tercer o primer grado.
Si hay o no que ponerle nombre a las cosas.
Yo sólo una simple frase afirmo
Te amo

Monday, October 11, 2010

Si no me amas...., Jose Marti


Si no me amas, no me lo digas nunca, no te lo digas a ti misma,
porque de pensar sólo que no habías de amarme, siento que mi corazón se anubla con las iras, que la tiniebla entra en mi alma!
-Quiéreme como hasta aquí me quisiste:
de tal manera quiéreme que no haya en ti pensamiento, ni en tu corazón latido, ni en tu memoria recuerdo que no sean para mi memoria y para mi amor.
-Vida tuya es la mía.-Mía sea tu vida

(Fragmento de la obra de teatro de Jose Marti, Adultera)

Sunday, October 10, 2010

Ahuyentemos el tiempo, amor..., Gioconda Belli

Ahuyentemos el tiempo, amor,
que ya no exista;
esos minutos largos que desfilan pesados
cuando no estás conmigo
y estás en todas partes
sin estar pero estando.
Me dolés en el cuerpo,
me acariciás el pelo
y no estás
y estás cerca,
te siento levantarte
desde el aire llenarme
pero estoy sola, amor,
y este estarte viendo
sin que estés,
me hace sentirme a veces
como una leona herida,
me retuerzo
doy vueltas
te busco
y no estás
y estás
allí
tan cerca.

Saturday, October 9, 2010

Enigma........

BAJEN LA LUZ, SIENTENSE O ACUESTENSE COMODOS, CIERREN LOS OJOS Y SOLO ESCUCHEN......MUY BUENO PARA RELAJACION PERSONAL Y FAMILIAR..... LUEGO ME CUENTAN...

FELICIDADES, DE GRACIELA

Thursday, October 7, 2010

Si un beso le pidiera, Salvador Pliego

Me preguntaba si pudiera,
si pudiera yo pedirle,
digo, usted con su elegancia
y yo con mi franqueza,
preguntarle algo que no alterase
en lo absoluto su belleza
o trastornase un poco
la fineza que destella,
y pudiera darle un beso
en esos labios que embelesan.

Un beso que sintiera
una vela navegando,
una marea entrecruzando,
la brisa en popa desbordando,
del azul revoloteando
y sus ojitos ventilando.

Me pregunto si quisiera
un día hacerme su albacea,
y no testamentaria,
sino en vida heredarla,
a usted con esos labios,
a usted con esas manos,
y le pidiera, y le rogara,
y ese beso me aceptara,
y sólo respondiera
su carita sonrojada.

Me pregunto si de nuevo,
digo, me pregunto nuevamente:
usted con su dulzura
y yo con mi llaneza,
¿aceptaría un día
mi mano en su cintura
y llevarla por la orilla
descubriéndose perdida?
¿Y ya perdida, abrazarla
y besarla y extasiarme por quererla?

¿Me pregunto si quisiera
ver la noche y no la luna,
recostarla en una estrella,
de un cometa constelarla,
y bajarla aquí en mis brazos
donde sólo le arrullara?

Me pregunto aquí en mi mente,
digo, en mi mente al acercarme:
¿es de usted el iris
que alumbró tan de repente?;
¿es de usted el rostro
que en mis sueños se desprende?;
¿es de usted el labio
que me tienta a merecerle?
Me pregunto si quisiera.
Me pregunto si lo hiciera.
Y usted… Y usted…

Y usted, ¿qué respondiera?

Tuesday, October 5, 2010

En Cada Corazón Arde Una Llama, Juan de Dios Peza


En Cada Corazón Arde Una Llama

En cada corazón arde una llama,
si aún vive la ilusión y amor impera,
pero en mi corazón desde que te ama
sin que viva ilusión, arde una hoguera.

Oye esta confesión; te amo con miedo,
con el miedo del alma a tu hermosura,
y te traigo a mis sueños y no puedo
llevarte más allá de mi amargura.

¿Sabes lo que es vivir como yo vivo?
¿Sabes lo que es llorar sin fe ni calma?
¿Mientras se muere el corazón cautivo
y en la cruz del dolor expira el alma?

Eres al corazón lo que a las ruinas
son los rayos del sol esplendoroso,
donde el reptil se arropa en las esquinas
y se avergüenza el sol del ser hermoso.

Nunca podrás amarme aunque yo quiera,
porque lo exige así mi suerte impía,
y si esa misma suerte nos uniera
tú fueras desgraciada por ser mía.

Deja que te contemple y que te adore,
y que escuche tu voz y que te admire,
aunque al decirte adiós, con risas llore,
y al volvernos a ver llore y suspire.

Yo no quiero enlazar a mi destino
tu dulce juventud de horas tranquilas,
ni he de dar otro sol a mi camino
que los soles que guardan tus pupilas.

Enternézcame siempre tu belleza
aunque no me des nunca tus amores,
y no adornes con flores tu cabeza
pues me encelan los besos de las flores.

Siempre rubios, finísimos y bellos,
madejas de oro, en céltica guirnalda,
caigan flotando libres tus cabellos,
como un manto de reina por tu espalda.

Es cielo azul el que mi amor desea,
la flor que más me encanta es siempre hermosa,
que en tu talle gentil yo siempre vea
tu veste tropical de azul y rosa.

Mírame con tus ojos adormidos,
sonriéndote graciosa y dulcemente,
y avergüenza y maldice a mis sentidos
mostrándome el rubor sobre tu frente.

¿Yo nunca seré tuyo? ¡ay! ese día,
oscureciera al sol duelo profundo;
mas para ser feliz sobre este mundo
bástame amarte sin llamarte mía.

Alba, Federico García Lorca

Alba

Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.

La luz de la aurora lleva
semillero de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.

La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!

¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada

Monday, October 4, 2010

EL POETA PIDE A SU AMOR QUE LE ESCRIBA , Federico García Lorca


Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
Ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

Sunday, October 3, 2010

-No se.......

A esta hora duermes y yo no hago nada,
estoy en el limbo, en mi viacrusis,
no se si tomar camino al infierno
o abrazar el que va al paraiso,
es que a veces el paraiso es tan cruel
y el infierno tan bello!! ……….

No se si dejar que mis alas se quibren
Y caer, muy profundo
alli donde la tierra parece el averno
y las llamas consumen las almas
de los enamorados perdidos.

No se si dejarme arrastrar por las aguas,
sucias e inmundas
que corren con penas y agravios
que ensucian los ojos del Angel
y enturbian la paz del poeta.

No se si quedarme o quedarte
o tenerte o dejarte.
No se, no preguntes, no hables,
que tu silencio es la daga que hiere
los ruegos que de mi boca salen.

Ahora duermes, yo trato y no puedo,
no se de oraciones ni santos,
hay frio, lo siento en mis venas
no palpo y lo espanto,
no se si algun dia estuviste a mi lado
y yo no se, si lo estuve tambien......


Cesar 22/2/2010

Saturday, October 2, 2010

-Amor, Dolor....DE AMADOR PEÑA CHAVEZ

AMOR, DOLOR...

Amor es contemplar cuando tú llegas
y me entregas el bien de tu presencia,
dolor es mirar cuando te alejas
y me dejas la pena de tu ausencia.

Amor es repasar cada recuerdo
del momento feliz en que te evoco,
dolor es presentir como te pierdo
en el tiempo y la distancia poco a poco.

Amor es saborear todo el encanto
del calor que a mi lecho da tu abrigo,
dolor es soportar el desencanto
cuando despierto y tú no estás conmigo.

Amor es la fuerza que me alienta
a esperar impaciente tu regreso,
dolor es el pesar que me atormenta
el guardar en mis labios tanto beso.

Amor es la ardiente fantasía
de sentirte llegar hasta mi puerta,
dolor es esa gris melancolía
de ver mi alcoba solitaria y yerta.

Amor es curar todas mis quejas
con la sola razón de tu presencia,
dolor es otra vez ver que te alejas
y me dejas la pena de tu ausencia.

Friday, October 1, 2010

PAPITO


Mi padre es ese hombre que me mira desde una foto,
que me escribe reflecciones y me recuerda quien soy,
hoy, yo quisiera abrazarle, estar al pie de su cama,
hacerle reir un poco y contarle una trastada,
el me dira: "a lo hecho, pecho,
con la frente en alto pa' alante!!,
y que triunfe el amor y se vaya el miedo"

Un dia ya muy lejano, me hablo de Tania,
me regalo un libro y me enseño a amar,
yo hoy solo puedo hablarle de mis hijos,
regalarle un cuento, y decirle que le amo,

Mi VIEJO, MI EJEMPLO, MI AMIGO,
MI MAESTRO Y MI HEROE,
hoy tu niña, esta contigo.

milagro de amor

TENGO MIEDO A PERDER LA MARAVILLA, Federico García Lorca

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

Roma para los Romanos, y el Amor, de los amantes, Carmen Zayas


Fundemos Roma,
como Patricios o Plebeyos,
dictador perpetuo de mi corazon,
adultero amante, adorado por reinas,
tu seraz mi Cesar, yo tu Cleopatra
sin mas amores que el nuestro,
seductor y prohibido
misterioso y eterno.

Asi como a Roma
dominemos el mundo,
hagamos de este amor
un imperio y un culto,
y tu seraz eterno
y yo sere tan tuya
que dormire en tus brazos,
seraz tu mi caudillo,
me llenaraz de besos,
yo te llevare al Nilo
y celebrar tus triunfos
con lujuria y con mimos
como en tus locos suenos
de un aren escondido.

Sere yo todas ellas
tus amantes y diosas,
y tu seras mi Cesar,
Marco Antonio y Octavio,
y viviremos juntos
para morir de amor,
de amor, de amarnos tanto
por una mordedura
de un aspid o un lagarto
suspirando y gimiendo
desnudos y descalsos
en Egipto o en Roma