Ella está hecha a
semejanza de las
cosas que amo.
Se parece a la noche,
o mejor: a una noche
sin ausencias. Ella es exacta.
Cuando la noche
escurre, su cuerpo se
humedece.
por mis temblores
y agitar su nombre
desde la oscuridad.
Ella es irrepetible.
Nació en las piedras
donde empieza mi
desorden.
Eduardo Langagne
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